Rennes, 2009
Tic-tac, tic-tac, tic-tac…
Todo pasa y todo queda, y nosotros ahí parados, estáticos, pasivos. Somos espectadores del tiempo. Escuchando, pero sordos, el sonido de un reloj de cuerda. Esperamos sin saber que, y el tiempo perdido inunda la habitación.